miércoles, 12 de marzo de 2008

¿A quién le interesa leer el periódico?

A continuación os ofrezco un artículo escrito por Alvaro Lucas y aparecido en su blog: http://blogs.periodistadigital.com/eltridente.php/ Aunque, yo lo he tomado de la magnífica página de Comunicadores Católicos en www.catholic.net Me parece que podría ser un buen complemento para aquellos que habéis seguido el Taller de Prensa. Gracias a todos.



Como periodista me asombra ver cada día en el metro a tanta gente leyendo los gratuitos. Qué!, 20 minutos y Metro son literalmente arrancados de las manos de los repartidores.

¿Qué les hace tan atractivos?

Presten atención a los titulares de los gratuitos del día de hoy: “Planean bajar el límite de velocidad”; “Los i
nternautas se multiplican en España: ya somos 16,5 millones”; “El 40% de la población escolar sufre obesidad”.

Tienen los tres un punto en común: ofr
ecer una información que interesa realmente, que está pegada al terreno y al día a día. Tanto que los cafés de media mañana giran en torno a ellos. Y por el contrario, El País abre el día de hoy con la siguiente perla: “El PSOE acuerda enmendar a fondo puntos clave del nuevo Estatuto catalán”.

Apuntan maneras

Pienso que los gratuitos triunfan por varios motivos. Por su innato sabor local, porque no te gastas un euro diario –que a la larga supone un ahorro importante para mucha gente- y porque la gente puede opinar, llamar para quejarse e, incluso, escribir un blog.

Quizá otra razón que les hace agradables –creo que de forma inconsciente para muchos lectores- estriba en que no están sujetos ni condicionados por un partido político, el PP, el PSOE y demás formaciones políticas no entran en su agenda ni en su juego.

Esto hace que no cansen con las polémicas que se generan en los periódicos tradicionales, auténticos espejos hoy en día de uno u otro signo político. A El Mundo, El País, el ABC se les ve como n
arradores interesados, que quieren convencerte a toda costa de que ellos tienen razón. Y eso la gente de la calle, el ciudadano normal y corriente no lo aguanta.

Pero no me convencen

Una vez escuché al director del Qué! Exultaba de su gratuito, absolutamente convencido de haber encontrado la fórmula mágica del periodismo real, de haber encontrado la pócima mágica para que el periodista reflejara sin distorsionar la vida diaria. Y yo, que tengo un punto de ingenuo, me quedé embobado.

Luego, después de recuperar mi personalidad (los encantadores de serpientes tienen una forma de hablar que se meten en ti y te subyugan…) me puse a pensar porqué había algo en su discurso que no me cuadraba. Y lo encontré.

Pienso –y me gustaría recibir alguna opinión sobre el particular– que, efectivamente, los periódicos tradicionales nos inundan de noticias oficiales, que caen en el juego de seguir la agenda del político de turno, que se pelean entre ellos por implantar en la ciudadanía la opinión may
oritaria.

Sí, es cierto. Pero a la vez, eso de leer gratuitos pasando de los tradicionales me suena a vivir en los mundos de yuppi o de jugar toda la vida a ser Peter Pan. La vida política puede estar alejada de los intereses reales de los ciudadanos, pero eso no nos exime de exigir nuestros derechos. Los políticos están para servir a los ciudadanos, no para hablar en nombre propio.

Además todo
lo que ellos deciden en los parlamentos nos debe interesar pues nos obliga a vivir una serie de normas de distinto rango jurídico (desde los impuestos hasta la reducción de la velocidad en mi coche nuevo, pasando por la calidad de la enseñanza y las listas de espera en los hospitales).

Y aquí los periódicos juegan un papel importante en la transmisión de la información, en el procesamiento intelectual de la vida política en las columnas de opinión, en el reflejo de los debates que suscitan las distintas aportaciones, todo ello necesario para que la ciudadanía pueda formarse un criterio propio y pueda exigir, con conocimiento de causa, sus derechos.

Fuente:
http://blogs.periodistadigital.com/eltridente.php/

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